Desnudez personal... o mejor enseño lo que quiero

En la última semana han publicado diferentes artículos relacionados con el tratamiento de los datos personales en la Red. Ciertamente se trata de un problema de desnudez y de la dificultad para limitar sobre de lo que nosotros se hace público y qué usos pueden hacer de nuestra información personal. Empezaré ofreciendoos el vínculo a la noticia sobre las TIC y los empleos que se generarán publicado en el Economista http://www.eleconomista.es/tecnologia-internet/noticias/4044279/06/12/Las-TIC-pueden-generar-mas-de-200000-empleos-en-Espana-hasta-2020.html. En la necesidad de generar nuevas perspectivas de negocio y económicas, tiene una especial relevancia lo que se puede extraer de la informacion que se hace pública en internet, y en eso sentido se van desarrollando aplicaciones para empresas y administración pública a través de procesos de Data Minning . Desde luego que dada la interconectividad actual entre personas, empresas e instituciones en lo que se viene llamando la sociabilidad en redes o 2.0 seguro que habrá una parte muy provechosa al servicio de las personas, pero también estamos viendo que existen y se desarrollarán otras herramientas que pueden atentar contra la intimidad y contra nuestra propia seguridad.



 Aquí tenéis dos artículos que tratan los problemas que, por ejemplo, provoca el uso inadecuado de Facebook. Por una parte, se denuncian las prácticas nada éticas de programas, que despertando la curiosidad de los usuarios por averiguar quienes han visitado su perfil, recopilan datos personales y relaciones entre las personas para después explotarlas en sus bases de datos con interés de lucrarse y sin preavisar de lo que supone instalar o dar permiso de acceso a tu información a dichas aplicaciones. Podéis consultar la noticia publicada en 20 Minutos http://www.20minutos.es/noticia/1506921/0/estafa/facebook/curiosidad/ .

Por otro lado, en Rebelión, hay un artículo cargado de ironía sobre qué usos ilícitos se pueden hacer y se han hecho utilizando información pública sobre geolocalización y gustos personales, bastante escalofriante, por cierto http://www.rebelion.org/noticias/conocimiento_libre/2012/6/empresarios:-quereis-saber-quienes-se-afiliaran-a-un-sindicato-hay-una-aplicacion-informatica-para-averiguarlo-151394 .



Así que llegados a este punto, en el cual comprobamos que realmente no podemos ejercer un control real sobre el uso de nuestra información en la red hacen falta dos aspectos: tener conciencia del entorno en el que nos movemos y publicar lo imprescindible según nuestros objetivos, y que tanto empresas como administraciones públicas tengan la obligatoriedad de ser transparentes en cuanto al uso de esa información. En este sentido cabría confiar en la ética, pero dado que eso resulta realmente complicado, a la misma vez se tiene que poder garantizar que los ciudadanos ejerzamos el control con el correcto desarrollo y especificación de la legislación sobre la protección de datos y con aplicaciones que permitan gestionar la privacidad de una forma eficaz. Si desarrollamos tecnologías para explotar esa información, cabrá el desarrollo para controlarla fácilmente por parte de sus actores. Cuestiones como las de no completar formularios con información personal para participar en concursos de sospechosos, no ejecutar programas desconocidos, no aceptar "amigos" que no lo son, no descargar programas de páginas de dudosa procedencia, administrar, en la medida de lo posible la seguridad de nuestros perfiles, son prácticas que debemos llevar a cabo para evitar disgustos. Os dejo un artículo explicativo sobre la gestión de la seguridad en los principales portales sociales, elaborado por Daniel Ortega para el Obeservatorio Tecnológico del Ministerio de Educación y Ciencia http://recursostic.educacion.es/observatorio/web/es/internet/recursos-online/1015-daniel-ortega-carrasco .

Si aún así nos hemos estresado o queremos desaparecer, siempre cabrá la posiblidad de suicidarse virtualmente, por ejemplo en http://suicidemachine.org/ .